Apolo, Dios del sol
Apolo, hermano mellizo de Artemisa y uno de los dioses de Grecia, más influyentes y venerados de todos los de la Antigüedad clásica. Era hijo de Zeus y Leto y dentro de la religión de la mitología griega, fue reconocido como dios de la luz, dios del sol, de la verdad, del tiro con arco, de la música, la medicina, la curación, las artes, la poseía y de la profecía.
Orígenes de Apolo y la ira de Hera
Cuando Hera, esposa de Zeus se entera de la infidelidad de su marido con Leto, una divinidad menor, Hera amenazó con descargar entonces su ira sobre la tierra que llegara a acoger a Leto para que esta diera a luz. Ninguna de las tierras aceptaba a Leto por miedo a la ira de Hera. Finalmente, llega a una isla errante de Delos y es ahí donde da a luz, primero a Artemisa, y luego a su mellizo, Apolo.
Posteriormente, la isla de Delos fue consagrada al culto al dios Apolo, y se convertiría más adelante en uno de los santuarios más importantes para esta divinidad griega.
Apolo y la serpiente pitón
Después del nacimiento de los mellizos, Hera enfurecida, envió contra Leto a la monstruosa serpiente Pitón, guardiana del santuario profético de Delfos. Ante esto, Hefesto envía a Apolo un arco y flechas que lo acompañarían eternamente y se enfrentaría a la Pitón y conseguiría la victoria.
Así, Apolo se convierte en una divinidad tutelar del oráculo de Delfos y asumiría su rol como dios profético. Otras leyendas relatan que Hera intentaría nuevamente atacar a Leto, mandándole al gigante Ticio para que le asesinara. Esta vez, Artemisa y Apolo luchan juntos contra el gigante, y al derrotarlo, Zeus lo enviaría encadenado al Tartar, región más profunda del infierno.