Hipoclorito de Sodio en la Endodoncia
Los odontólogos utilizan soluciones de hipoclorito sódico de concentraciones comprendidas entre el 0,5 y el 5% como agente de irrigación para los tratamientos de conducto radicular.
La irrigación consiste en un tratamiento endodóntico, en el cual se realiza un lavado y aspiración de todo el contenido que está dentro de la cámara pulpar del diente, o de los onductos radiculares.
Propiedades de la irrigación
El endodoncista (dentista especialista en endodoncia) necesita irrigar el conducto radicular para limpiar mecánicamente los residuos que quedan en él. Las propiedades de un irrigante ideal son las siguientes
- Posee la capacidad para disolver los tejidos orgánicos e inorgánicos.
- Poee una acción antimicrobiana para eliminar todas las bacterias.
- No tiene ningún efecto tóxico para el organismo.
- Posee una baja tensión superficial.
- Es un lubricante.
Aunque todavía no existe ninguna solución que cumpla todos los requisitos, el hipoclorito sódico es el irrigante más utilizado en endodoncia, ya que puede eliminar todos los microorganismos de los conductos radiculares, incluidos virus y bacterias que se forman por esporas, limpiar y eliminar los residuos resultantes de la acción mecánica de los instrumentos, disolver el tejido vivo y necrótico y lubricar el conducto.
Precauciones del hipoclorito de sodio y el procedimiento del endodoncista
El mayor inconveniente del hipoclorito de sodio en endodoncia, es la elevada toxicidad para los tejidos vivos, motivo por el cual hay que evitar el contacto con la mucosa oral, y también la infiltración de hipoclorito dentro del ápice.
La técnica que realiza el endodoncista consiste en introducir en el conducto radicular la aguja de una jeringa con hipoclorito de sodio, para irrigar el conducto, ayudando a prevenir la infección bacteriana y disolver el tejido muerto.